Según un estudio de la auditora Grant Thornton, solo una de cada diez empresas españolas cuenta con un sistema de ‘compliance’ y, en general, los empresarios muestran un “alto grado de desconocimiento” sobre los riesgos penales que pueden derivar para la empresa y sus administradores.

“El reto de las empresas españolas es pasar de una visión negativa del ‘compliance’, consistente en evitar potenciales responsabilidades, a establecer una “verdadera cultura” de cumplimiento que consolide los principios éticos de la organización. […] Un tercio de las acciones contra administradores sociales en nuestro país se fundamentan en incumplimientos legales”.

Para los directivos de las empresas encuestados, los riesgos legales que más podrían dañar a sus compañías serían las sanciones administrativas, seguidas de los cambios legislativos en su actividad y de las conductas delictivas de sus empleados, o el temor de una hipotética sanción por infringir el derecho de competencia.

Asimismo, para ocho de cada diez empresarios, la pérdida de credibilidad o reputación es el principal impacto de la comisión de delitos por parte de sus organizaciones. También se muestran preocupados por el coste de las sanciones por esos incumplimientos y por la posibilidad de que produzcan distorsiones operativas en su empresa.

Las principales ventajas de contar con un programa de ‘compliance’ son:

Evitar sanciones económicas

Reputacionales y de imagen

Implantar una cultura ética y de integridad en sus organizaciones

Mejora del servicio al cliente

La credibilidad en el mercado

La responsabilidad con la sociedad.

 

Fuente: Agencia Europa Press