La Inspección de Hacienda puede actuar de forma aleatoria o porque observe algo en la actividad o contabilidad empresarial, que le llame la atención.

Estas son las situaciones que conviene evitar:

  1. Devoluciones tributarias excesivas al realizar alguna declaración tributaria.
  2. Descuadres entre modelos trimestrales y modelos anuales.
  3. Solicitud de NIF intracomunitario. En este caso la Inspección suele limitarse a comprobar la necesidad de dicha NIF.
  4. Declaración o no de subvenciones. Y eso como consecuencia de la coexistencia de subvenciones exentas y no exentas.
  5. Dejar sociedades inactivas. Dejar una sociedad inactiva y crear otra con la misma o parecida actividad y sede, incluso con los mismos socios, es motivo de Inspección.
  6. No presentar declaraciones.
  7. Exceso de gastos deducibles. Para controlar la tendencia a incluir gastos no relacionados con la empresa.