La Agencia Tributaria ha detenido numerosos intentos de fraude a través del envío de correo electrónico o mensajes SMS, suplantando su identidad e imagen, en los que ofrecían enlaces maliciosos donde obtener supuestos reembolsos de impuestos.

Estos enlaces suelen llevar a páginas web fraudulentas y se solicita el envío de datos personales y bancarios como números y claves de tarjetas de crédito.

La Agencia Tributaria trata de mitigar su efecto y anular todos los enlaces fraudulentos detectados, en cuanto tiene conocimiento de su existencia.  No obstante, la primera medida para hacer frente al “phishing” es la atención y cautela de los usuarios, ante mensajes sospechosos que requieran datos bancarios o personales.

Por otro lado, la Agencia Tributaria insiste en que:

  • Nunca solicita por correo electrónico información confidencial, económica o personal, números de cuenta ni números de tarjeta de los contribuyentes.
  • Nunca paga devoluciones con cargo a tarjetas de crédito.
  • Nunca cobra importe alguno por los servicios que presta. El usuario solo asumirá el coste compartido de las llamadas a teléfonos 901.

Por ello, aconseja desconfiar de cualquier comunicación que incluya la solicitud de información confidencia, económica o personal, o incluya cualquier enlace que no remita a su página Web o a su sede electrónica.

Los intentos de engaño hacen referencia a un reembolso de impuestos inexistente en la que el receptor del e-mail sale beneficiado. También se han detectado envíos de mensajes SMS a los contribuyentes, por parte de empresas de atención telefónica, que redireccionan las llamadas a la Agencia Tributaria, para luego cobrar en función de su tarificación, para pedir servicios como la solicitud del borrador de Renta y su confirmación. Además, se han descubierto determinados números de teléfono y aplicaciones –con la imagen de la Agencia Tributaria- que ofrecen servicios en su nombre o la posibilidad de concertar cita previa para las oficinas de la Agencia Tributaria. Estos números de teléfono son totalmente ajenos a la misma y, además de suponer elevados costes de tarificación para los usuarios, las citas podrían no ser válidas.