Un juzgado de A Coruña ha anulado un seguro de vida que los clientes tuvieron que firmar cuando suscribieron su préstamo hipotecario. En el momento de la formalización pagaron una prima de 11.053,95 euros en concepto de amortización de crédito por fallecimiento. Según el Juzgado no hubo consentimiento pleno, sino simplemente una solicitud de adhesión. También anula la cláusula suelo inserta en el contrato de préstamo.